El sol de la tarde tiñe el cielo de tonos rosados mientras los grandes pastizales dorados son consumidos por las llamas. El calor y el crepitar del incendio empuja a todas las especies animales a reunirse en un mismo lugar.
Confundidos y asustados vieron cómo ante sus ojos el infierno ha escupido una brillante luz blanca que parió una gran esfera plateada flotando sobre las llamas. El terror y el caos se apoderó de las bestias. Aullidos, gruñidos, rugidos, chillidos, zumbidos, trinos, silbidos, bramidos e infinidad de sonidos se mezclaron entre patadas, mordiscos, choque de cuernos; en un éxtasis de violencia, de sangre, de muerte.
Algunos de los animales se quedaron inmóviles e inmediatamente fueron absorbidos por la esfera que ascendió para adentrarse en el inexplorado universo. Abdu, uno de los cuidadores de la reserva fue testigo de todo esto y me dijo antes de despedirse:
Algunos de los animales se quedaron inmóviles e inmediatamente fueron absorbidos por la esfera que ascendió para adentrarse en el inexplorado universo. Abdu, uno de los cuidadores de la reserva fue testigo de todo esto y me dijo antes de despedirse:
-Serán salvados los que sean capaces de trascender su propia naturaleza.
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