De las alas que me arropan he quedado preso, pero al fin y al cabo tengo alas, que por no volar se han entumecido.
Dolerá, así siempre ha sido.
Estrangularte con ellas es un dolor al que llegas a acostumbrarte hasta el engaño de creerte que no estás sufriendo.
Abrirlas en cambio será tan intenso que nunca lo olvidarás y mientras sigas en vuelo el dolor mermará para darle paso al placer de ser tú.
Alhamdulillah.
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